En su segunda parte, la exposición de la propuesta del autor. Una propuesta audaz y originalísima, aunque inspirada en buena medida en Platón y Leibniz.
A partir del controvertido rechazo de la existencia de diferencias categoriales y, por lo tanto, la tesis de que no hay más relación semántica entre el lenguaje y mundo que el nombrar, así como que lo nombrado son siempre hechos, inclusive para el caso de nombres singulares (el nombre «Sócrates», por ejemplo, nombraría el hecho de que Sócrates existe o la existencia de Sócrates).
A partir de eso, pues, y por medio del recurso de una lógica combinatoria, multivalente y paraconsistente, también ideada por el autor y expuesta en su libro, Rudimentos de lógica matemática, construye un sistema de metafísica que encara de manera muy sugerente las dificultades subyacentes a las propuestas filosóficas expuestas en la primera parte del libro.